En pleno Siglo XXI, no se ha erradicado la violencia de género, en el que el sexo femenino sigue sufriendo violencia no solo física o sexual, sino que también ataques culturales arraigados que para la sociedad pasan desapercibidos y que son parte de ella como algo natural, en la que todavía se considera que las mujeres deben ser preparadas para las labores domesticas y “tener los hijos que Dios les de”, es decir prepararlas para el matrimonio desde niñas, dándoles responsabilidades y compromisos propios de una ama de casa, negándoles la oportunidad de prepararse para tener una vida diferente.
En algunas zonas marginadas, aparte de no contar con instituciones educativas cercanas se teme por su seguridad, no tener el recurso económico para el transporte y materiales escolares, se beneficia principalmente a los niños o de lo contrario se tienen que incorporar al trabajo para ayudar a la familia en el gasto.
Motivo por el cual la SEP en conjunción con los maestros tienen la responsabilidad de cambiar esta situación, cumpliendo con los mandatos de la “Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia”, aplicando diversas acciones en las que las mujeres tengan las mismas oportunidades, tanto en la sociedad como profesional y sobretodo ante los varones, generando así la tan ansiada equidad de genero. Considero que todos los maestros debemos unirnos a esta causa.