Revista EDUCARE Renovación Educativa. Año 2 - número 3 - agosto de 2008
Es un artículo muy bien planteado en su análisis de la importancia de la lectura, a donde nos conduce, pero tambien de como hacerla más entretenida.
Es cierto que en la Escuela la lectura se ha convertido en una obligación para los alumnos, pero desafortunadamente para algunos maestros tambien. A pesar de diversas asesorías de contar con bibliotecas de aula, biblioteca escolar y acervos bibliográficos obtenidos a partir de los recursos del Programa Escuelas de Calidad, el hábito y el gusto por leer no ha impactado como fuera de desearse . Por lógica un docente que siente atracción por la lectura, no tendrá ni los elementos ni el interés por infundírselo a sus alumnos y el Programa Nacional de Lectura se convertirá más en una carga extra de trabajo que en un disfrute y una oportunidad para continuar aprendiendo de manera autónoma y permanente como lo estipula una de las competencias que deberá alcanzarse de acuerdo al Plan de Estudios 2006.
La propuesta del artículo nos lleva a formas divertidas de practicar la lectura tales como: ¿quién continua?, Solo tres renglones, ¿Con voz bajita o muy fuerte?, ¿Qué le pasa al que lee?, un texto caprichoso, buscando el mensaje y la frase incompleta.Será importante que nosotros también busquemos algunas alternativas propias para nuestros adolescentes que les haga más amena la lectura, pero antes, insisto, debemos nosotros mismos encontrarle el gran valor que posee el encuentro con los libros.
Es un artículo muy bien planteado en su análisis de la importancia de la lectura, a donde nos conduce, pero tambien de como hacerla más entretenida.
Es cierto que en la Escuela la lectura se ha convertido en una obligación para los alumnos, pero desafortunadamente para algunos maestros tambien. A pesar de diversas asesorías de contar con bibliotecas de aula, biblioteca escolar y acervos bibliográficos obtenidos a partir de los recursos del Programa Escuelas de Calidad, el hábito y el gusto por leer no ha impactado como fuera de desearse . Por lógica un docente que siente atracción por la lectura, no tendrá ni los elementos ni el interés por infundírselo a sus alumnos y el Programa Nacional de Lectura se convertirá más en una carga extra de trabajo que en un disfrute y una oportunidad para continuar aprendiendo de manera autónoma y permanente como lo estipula una de las competencias que deberá alcanzarse de acuerdo al Plan de Estudios 2006.
La propuesta del artículo nos lleva a formas divertidas de practicar la lectura tales como: ¿quién continua?, Solo tres renglones, ¿Con voz bajita o muy fuerte?, ¿Qué le pasa al que lee?, un texto caprichoso, buscando el mensaje y la frase incompleta.Será importante que nosotros también busquemos algunas alternativas propias para nuestros adolescentes que les haga más amena la lectura, pero antes, insisto, debemos nosotros mismos encontrarle el gran valor que posee el encuentro con los libros.
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